No es difícil encontrar mujeres trabajando en la hostelería. La mujer y la hostelería es un clásico, podemos encontrar innumerables casos de parejas que uno/a al fogón y otro en barra y sala llevaban el establecimiento, los hijos, cuando ya podían, colaboraban y en momento de picos estaban presentes para ayudar.
Si la mujer estaba en el fogón, además de aportar su maña en la cocina, hacía una gestión de compra adecuada, si estaba en barra y sala, el servicio y el orden estaba presente permanentemente.
La mujer en la hostelería fue durante años el enganche para la incorporación al mercado laboral, cuando era una rareza que la mujer que trabajará. De alguna forma, podemos decir que la la hostelería ha colaborado a que la mujer adquiera esa independencia y libertad en la sociedad que tantos años ha demandado.
Con todo, con su presencia en la hostelería, la mujer ha aportado una forma de hacer diferente y diferenciada frente a la labor masculina.