Vamos a intentar hacer una declaración de los beneficios sin ánimo de ser exhaustivos ni querer contener el estado de la cuestión, cosa que por otra parte no es nuestro objetivo.

Cafeína y la adrenalina. La cafeína puede despejarnos y situarnos en una situación de alerta mejorada ya que el café tiene la capacidad de aumentar la adrenalina en sangre. La adrenalina es la hormona que el cuerpo genera cuando estamos en una situación de estrés o de miedo, pánico, siempre en situaciones que requieren nuestra defensa. Por ello, la cafeína es un poderoso estimulante antes de realizar ejercicio ya que nos lleva el cuerpo a un estado de alerta muscular que nos favorece para la práctica de ejercicio. Sin embargo, la adrenalina nos fuerza el sistema, exceso de ella sin poder usarla nos lleva a exponer a nuestros riñones, corazón y sistema-vascular en una situación de esfuerzo innecesaria sino la empleamos. Ahí, es donde el papel de café descafeinado juega un papel, nos aporta otros beneficios pero sin forzar nuestro sistema. Además, recordemos que las nuevas formas de extraer la cafeína por agua o por CO2 deja casi intacto el café en su aroma y su sabor, tomar café descafeinado no es estar tomando un sucedaneo de café o un café de segunda, sino que ya por fin podemos estar tomando un café de calidad.

Café y dos minerales muy importantes, Mg y K. Esas dos siglas no son más que magnesio y potasio, uno nos ayuda en nuestro aparato locomotor, músculos, el otro nos resuelve problemas con nuestros líquidos, retención de los mismos. Ambos nos ayudan en la regulación del azúcar en sangre, el uso de la insulina, ayudando al deseo de comer compulsivamente por la caída del azúcar en sangre, pico que estimula el apetito ya que sentimos como necesidad de comer. Es el efecto conocido por «hambre por ansiedad», ese es el problema nuestros nervios en el trabajo se transforman en caídas de azúcar en sangre y por ello el cuerpo lanza señales de necesitar comer, cuando ese es el momento en que debemos lograr poner en marcha nuestras reservas de grasa, que se movilizan, se transformen en azúcares para cubrir ese gap en sangre.

Sobre el tema hay numerosos estudios, y parece que el tipo de diabetes II se puede llegar a evitar o mejorar con la ingesta de café. Sin duda que no puede evitar que llevemos una dieta sana, sobre todo si tenemos propensión familiar a dichos desórdenes de salud pero nos puede ayudar. En el caso de España, lo señalamos por destacado, existe la permisión legal de vender café tostado con azúcar, práctica comercial introducida por causas históricas pero que no han sido eliminadas y puede hacer que si tomamos unos cuantos cafés al día nos encontremos con demasiado azúcar en nuestro cuerpo ya que el azúcar está molido junto con el café en su extracción.
El café ayuda a quemar grasas, que contentos nos ponemos cuando oímos esto, sin duda estamos tan preocupados por nuestra dieta que no nos damos cuenta que lo más importante en una dieta es el equilibrio y el ejercicio. Pero, si el café ayuda de alguna forma a quemar grasas. ¿Por qué? En la medida que activa nuestro organismo, aumento de la adrenalina, ayuda a quemar calorías. Además, ayuda a romper las moléculas de grasas para usarlas como energía en el ejercicio. El tema de las grasas y los azúcares, y la insulinoresistencia están muy asociadas. Tanto es así que no podemos explicar el modelo uno sin el otro, por eso debemos siempre pensar que sino controlamos el consumo del azúcar en nuestro organismo, no podremos entender como funciona el acumulo de grasa en nuestro cuerpo. Repetimos el café ayuda, es un factor que puede colaborar con nuestra dieta y ejercicio.

Descripción: El café es la bebida caliente por excelencia en la mañanas de muchas personas de occidente. Su profusión es tan grande que casi no se concibe el levantarse y no pensar en tomar un café con leche, un espresso o un café largo. Es algo que sabemos como habitual y queda bien reflejado en las películas.

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