En los países productores de café no existen políticas como las PAC europeas o la Leyes de regulación Norteamericanas en la agricultura. Estas políticas garantizan a los agricultores unas rentas constantes para que no sufran las buenas o malas cosechas y están más protegidos, sus familias están cuidadas. Sin embargo, los países productores del café, ni tienen economías poderosas para dar apoyos al productor o intervenir en los mercados para regular los precios.

El precio del café en origen no tiene nada que ver con el precio en las bolsas.